La escleroterapia es un tratamiento ambulatorio mínimamente invasivo para la eliminación de las venas varicosas y las arañas vasculares, conocidas como “capilares”. Durante el procedimiento, se inyecta un agente esclerosante directamente en la vena, con lo cual, la vena se cierra progresivamente y finalmente desaparece.

Existen 2 tipos de escleroterapia, la escleroterapia líquida y la escleroterapia con espuma. La escleroterapia líquida involucra el uso de soluciones a diferentes concentraciones para tratar el aspecto visual de las arañas vasculares y várices pequeñas. La escleroterapia con espuma consiste en mezclar pequeñas cantidades de una solución esclerosante con aire. Esta preparación se utiliza a su vez para el tratamiento de venas varicosas de mayor calibre de forma controlada con ultrasonido.

A continuación le explicamos a grandes rasgos cómo funciona. El procedimiento se realiza de forma ambulatoria en el consultorio. El día del tratamiento es importante no colocarse ningún tipo de loción y utilizar ropa cómoda. Posteriormente, usando una aguja sumamente pequeña y guiándose con la técnica de transiluminación de la piel, se inyecta la solución esclerosante directa y efectivamente dentro de la vena. Es esperable sentir una sensación ardorosa muy leve en la zona a tratar. Se pueden tratar múltiples venas en una sola sesión, la cual tiene una duración promedio de 20 a 30 minutos. Sin embargo, pueden llegarse a requerir varias sesiones dependiendo de la extensión.

Una vez finalizada la sesión, puede retornar a sus actividades habituales de inmediato, pero comúnmente se deben utilizar medias o vendas de compresión inmediatamente después del tratamiento.

La escleroterapia no es una opción para todos los casos. No es recomendable someterse a una terapia con escleroterapia en los siguientes casos:

• Embaraz
• Si ha dado a luz en los últimos 3 meses.
• Durante la lactancia materna.
• Si presenta venas varicosas de gran calibre.
• Si se ha diagnosticado una trombosis venosa o flebitis superficial.